Para llegar a Munich hay muchas alternativas, si estás en Alemania lo puedes hacer en tren al igual que si vienes de Suiza, Viena está a 5 horas y si adoras el tren desde cualquier otra ciudad de Europa en viajes más largos. Flixbus es otra buena alternativa, aunque para viajes de más de tres horas, no lo haría por este medio. Nosotros fuimos en avión desde Budapest y para el llegar del aeropuerto a la ciudad, tomamos el S-Bahn 1, (también existe el 8), que funciona desde las 4 de la mañana hasta las 23:00. Son 40 minutos de viaje por 8 euros hasta la Estación Central que queda muy cerca del casco antiguo.
Nos alojamos en el Hotel Bayers, a dos cuadras de la estación y a 10 minutos a pie del centro. No es un 5 estrellas, pero lo recomiendo por su ubicación, limpieza, amplitud y comodidad en la habitación, además de su relación precio beneficio, $143,50 euros la habitación triple sin desayuno. La atención en la recepción es inmejorable y puede parquearse el carro sin costo en la calle frente al hotel. A media cuadra hay estación del metro, pero puedes ir caminando a todos los sitios de interés.
Hicimos el tour gratis de Sandemans con Camila, que resultó nuestra compatriota, una colombiana que vive allí hace 5 años y conoce bastante bien la ciudad y sus historias. Igualmente tomamos el tour en el bus que cuesta 17 euros.
Munich, capital del estado de Baviera, fue fundada a partir de una abadía benedictina del siglo XI, es por este motivo que en su escudo está la figura de un monje. Durante la época del Sacro Imperio Romano Germánico, en el siglo XIII, la ciudad fue entregada a los Duques de Wittelsbach quienes reinaron en Baviera primero como duques, luego como príncipes electores y finalmente como reyes, durante 700 años y fijaron su residencia en la ciudad hasta finales de la primera guerra mundial. Entró entonces a formar parte del Imperio Alemán con un gobernador. Fue allí donde Hitler sembró la semilla del nazismo, cuando en 1923 muy cerca de la Plaza Odeón, trató de dar un golpe de estado que fue llamado el “Putsch de Múnich”, luego del cual fue encarcelado. Durante su encierro escribió el libro Mi lucha (Mein Kampf). Finalizada la segunda guerra mundial, Baviera pasa a ser un estado de la República Federal Alemana.
Con aproximadamente un millón y medio de habitantes, es una ciudad industrial, sede de BMW y Siemens y un importante centro editorial y de tecnología.
QUÉ VER EN MUNICH
Karlplatz: Es una plaza circular rodeada de comercios con una fuente al centro, frente a ella está la Karlstor, puerta de ingreso al casco antiguo. No pudimos apreciar bien la plaza, pues estaba en reparación muy rodeada de barreras.
Karlstor: Es una de las tres puertas defensivas aun existentes en la ciudad. Inicialmente construida en el siglo XIV, en el XIX, fue reconstruida en estilo neogótico luego de un incendio. A ambos lados del arco se observan unas pequeñas figuras que representan personajes ilustres de la ciudad en la época de su reconstrucción. Su nombre, Torre de Carlos, que no es el original, se le dio en honor al príncipe Carlos que ordenó su remodelación y abrió las murallas para permitir el crecimiento de la ciudad.
Calle Neuhauser: Pasando la torre de Carlos entramos a esta calle comercial, donde vemos almacenes de marca, el famoso Kauffhaus, restaurantes como el Agustiner que data de 1829, terrazas y cafés. Hace 20 años había estado en Munich y esta calle me encantó no solo por sus monumentos si no, porque desde el ingreso encontrabas unos lindos quioscos donde vendían champiñones y los espárragos más grandes que jamás hubiera visto, había además de algunos puestos de revistas y periódicos. Este año sentí una gran desilusión al ver en lo que se ha convertido, los quioscos y sus espárragos desaparecieron para dar paso a todo tipo de ventorrillos en el piso, hay también mucha basura y desorden …lamentable, ¡no sé si sea parte de la globalización o qué pasó! Claro que también te topas con los músicos callejeros y su música clásica, dentro de los cuales vi un grupo que tenía hasta piano y su concierto era hermoso.
En esta calle encontramos la Iglesia de San Miguel construida para los Jesuitas en el siglo XVI, cuando la católica Baviera trató de contrarrestar la reforma luterana en la región. El frente además de la estatua de San Miguel, tiene pequeñas esculturas de los miembros de la familia real de la época. Su interior es lujoso, con mucha claridad y una amplia cúpula a todo lo largo, destacándose su altar en pan de oro y un hermoso órgano.
Marienplatz: Seguimos caminando y llegamos a la plaza más bella de la ciudad, siempre llena de turistas y locales caminando, sentados en terrazas o en sillas públicas mirando pasar la gente, músicos callejeros, etc. Un ambiente muy agradable. La preside la columna de la Virgen María, asentada sobre una fuente con ángeles alrededor.
Los dos edificios más destacados en esta plaza son:
- El Nuevo Ayuntamiento (Neus Rathaus): Una imponente edificación neogótica cuya construcción finalizó a principios del siglo XX. La torre es el mayor atractivo, pues en lo alto tiene un carillón en dos niveles que a las 12 del día inicia su presentación amenizada por un vals. El nivel más alto muestra el matrimonio del Rey Guillermo y el de abajo llamado la “Danza de los tontos”, representa a los fabricantes de barriles bailando para celebrar el final de la peste. Es un lindo espectáculo que no te puedes perder. En la punta de la torre, está la escultura del niño monje que protege la ciudad. La parte baja está formada por una arcada que da ingreso al interior, donde se encuentran las oficinas administrativas de la ciudad. Se puede subir a la torre para apreciar la ciudad desde lo alto.
- Antiguo Ayuntamiento: la primera edificación data del siglo XIV, sufrió varias modificaciones a través del tiempo. Además de alojar las oficinas de la ciudad, allí se reunía el Parlamento estatal y la Asamblea nacional y en una época algunas de sus dependencias se usaron como cárcel. Hoy es la sede del Museo de los juguetes y sus salones se utilizan para recepciones oficiales.
El recorrido finaliza en Viktualienmarkt (Mercado de vituallas): una pequeña plaza de mercado donde además de frutas, verduras y carne, se encuentran almacenes de los tradicionales embutidos alemanes y pastelerías. Hay también un Jardín de la cerveza, donde te puedes sentar, degustar una buena cerveza y las deliciosas salchichas con sauerkrat o chucrut. Es un sitio muy agradable para ir a almorzar, donde no solo van turistas, es muy común encontrar hombres y mujeres locales vestidos con sus tradicionales trajes bávaros.
Iglesia de San Pedro: Es la más antigua de Alemania, combina diferentes estilos arquitectónicos producto de reconstrucciones hechas después de un incendio y la última hecha después de la segunda guerra mundial. Su campanario, con una torre de 96 metros data del siglo XVII y fue la única parte que sobrevivió a la guerra. Se encuentra un poco escondida, en la parte de atrás del mercado. Estaba cerrada cuando pasamos por allí. Según he leído, su altar en estilo rococó ostenta al fondo una gran imagen de San Pedro y en general las capillas, púlpito e imágenes adosadas a las paredes, están recubiertas de pan de oro.
Frauenkirche: La catedral de la ciudad se encuentra ubicada en la calle de atrás de Marienplatz. Sus torres de 99 metros de altura son el distintivo de la ciudad. El interior de tres naves separadas por columnas que sostienen las cúpulas es muy sobrio y sin grandes decoraciones, sobresale un inmenso Cristo en madera, suspendido del techo, muy cerca del altar.
Odeonsplatz: Esta plaza fue testigo de la rebelión de los nazis, encabezada por Hitler en 1923. Aquí tuvo lugar su enfrentamiento contra la policía bávara. A su alrededor vemos:
- La Feldherrnhalle, o Pórtico de los Mariscales, es una galería abierta con arcos a cada lado, construida en el siglo XIX en honor al ejército bávaro. En el centro se erigieron esculturas de militares héroes de la guerra franco-prusiana.
- Iglesia de los Teatinos o San Cayetano: Data del siglo XVII, su estilo es románico. En algún tiempo sirvió a la corte de los Wittelsbach que tenían su residencia muy cerca de la plaza. Su exterior en amarillo no refleja el lujo y sobriedad de su interior decorado con trabajos en yeso en las paredes y capiteles de las columnas.
Hofbrauhaus: Es la cervecería más antigua Munich, existe desde el siglo XVI y era la proveedora de la familia real de Baviera. Desde el siglo XIX fue ubicada en el edificio que vemos hoy, cuyo interior es bastante bonito y decorado. Funciona también como restaurante y tiene capacidad para alojar unas 20.000 personas. Allí tratamos de almorzar, sin embargo, tiene tanto público que el servicio es muy lento así que después de media hora de espera para solicitar el pedido, decidimos ir a otro restaurante donde comimos el famoso codillo de cerdo y la tradicional cerveza muniquesa.
La Residenz: Este era el palacio de la familia real bávara, la dinastía Wittelsbach, quienes lo ocuparon desde el siglo XVI hasta 1918. Está ubicado a un costado de Odeonsplatz y consta de varias alas y patios interiores, llegando a ser el palacio más grande de Alemania. Fue construido en varias etapas, cada heredero de la corona hacía su ampliación de tal manera que en todo el complejo encontramos diferentes estilos arquitectónicos. El ingreso cuesta 10.50 euros, que incluyen la sala del tesoro y una audioguia.
Se pueden visitar varias salas entre de las cuales se destacan:
- El Antiquarium: es la más antigua y contiene una galería de esculturas antiguas y grandes pinturas en la bóveda del techo
- El apartamento del Rey y la Reina, ubicado en el segundo piso, contiene sus habitaciones, salas de reuniones, pequeñas salas para recibir invitados, comedores y un gran Salón del Trono.
- La Capilla de las reliquias: Con su altar y paredes en mármol de varios colores, esta capilla aloja la colección de reliquias de santos, entre las cuales hay huesos de distintas partes del cuerpo, trozos de su ropa y en general pequeñas piezas de uso del santo, guardadas en relicarios muy trabajados en madera, pan de oro y plata, adosados a las paredes.
- Sala del Tesoro: Aquí encontramos la corona de los reyes de Baviera y sus joyas, objetos de cristal, plata y marfil al igual que la sala de porcelanas.
Adjunto al conjunto del palacio está el Teatro Cuvillié construido por el rey Maximiliano en el siglo XVIII. Después de la segunda guerra mundial solo quedó el auditorio del teatro. En los años 50 del siglo pasado fue construido un nuevo teatro nacional también adjunto a la Residenz. Infortunadamente no pudimos entrar a conocerlo.
La Residenz fue semi-destruida durante la segunda guerra mundial e iniciada su reconstrucción en los años 50 del siglo pasado.
Palacio de Nymphenburg: En el siglo XVII fue construido como residencia de verano de los reyes de Baviera. En sus inicios se edificó la iglesia de la corte y el palacio central, con sus paredes ricamente decoradas en estuco y los techos con frescos de pintores franceses. Posteriormente se añadieron dos áreas laterales destinadas a los empleados de la corte, comunicadas con el edificio central. A finales del siglo XIX dos pabellones adicionales destinados a alojar los oficiales de la corte, complementaron el conjunto que vemos hoy. Se pueden visitar todos los salones y habitaciones, aunque en esta oportunidad su belleza se vio opacada por trabajos de restauración que se estaban haciendo.
Uno de los pabellones era el establo, que hoy funciona como un museo donde se exhiben los carruajes reales y algunos elementos de hípica.
Se destacan los inmensos jardines y su colección de esculturas, al igual que la fuente central que funciona dese hace 200 años. El palacio está situado en la parte oeste de la ciudad, lejos del casco antiguo. Para ir puede tomarse el U-Bahn (metro) hacia Rotkreuzplatz y luego el tranvía hacia Schloss Nymphenburg. El ingreso cuesta 9 euros. Si tomas el bus turístico, allí hace una parada donde puedes bajarte y volverlo a tomar una hora y media más tarde.
Jardín Inglés: Es un inmenso parque muy arbolado dentro de la ciudad, al borde del río Isar. Está un poco alejado del casco antiguo, pero se llega fácilmente tomando el metro U2 o U3 hasta Giselastrase y de allí caminar 5 minutos hasta la entrada. A lo largo de sus 48 kilómetros de senderos, vemos ciclistas, caminantes, trotadores, etc. Es un sitio de diversión y ejercicio para la gente de la ciudad. Hay un gran Jardín De La Cerveza que diariamente es visitado por locales y turistas, puede recibir al mismo tiempo hasta 7.000 personas. Es muy agradable ir a almorzar o comer. El servicio, a pesar de la cantidad de público que recibe, es muy ágil. A un lado está la Pagoda de 25 metros de alto en la que a mediodía puedes disfrutar de la música clásica tocada por una orquesta. Es realmente un sitio que no te puedes perder, allí verás turistas, familias, grupos de amigos tomándose un jarro de un litro de cerveza con su pretzel de un tamaño inimaginado y jóvenes al borde del río disfrutando de un baño en el verano.
Museo de BMW: Situado al oeste de la ciudad muy cerca de la villa olímpica y el estadio del Bayern Munich, está la sede de esta empresa. Frente a ella está ubicado el museo en un edificio muy moderno, donde podemos ver modelos de vehículos antiguos de la marca, comprar las réplicas pequeñas de ellos o tomar un café.
Puertas de la antigua muralla: Aparte de la Karltor mencionada más atrás, está la Isartor que protegía la ciudad en el área del río, la que vemos hoy es la original, de la época medieval. La Siegestor, o Puerta de la Victoria, fue construida entre 1883 y 1852 tomando como modelo el Arco de Constantino en Roma, en honor a los soldados bávaros que derrotaron a Napoleón. En su parte alta, tiene una escultura de la diosa Bavaria. La que vemos hoy es una reconstrucción de la original destruida en la segunda guerra mundial. Caminando por la avenida Leopoldstrase, (en ella me sentí recorriendo los Campos Elíseos) al final de ella encontramos la puerta, que da acceso a la avenida Ludwigstrasse donde está la zona universitaria.
Desde Munich puedes hacer una excursión por la ruta romántica, donde visitarás los famosos castillos del Rey Luis, llamado el Loco y disfrutar del paisaje de esta región. Se puede ir en carro, o tomar el bus de la Ruta Romántica, que va parando en cada castillo y visita algunos pueblos. De estos hablaré en mi siguiente entrada.
Deja un comentario, tus datos no serán compartidos.