De Kokand salí con mi guía rusa-uzbeka rumbo a Ferghana donde nos alojamos en el hotel Asia, de la misma cadena que el de Khiva, con muchos jardines, habitación, cómoda y buen desayuno, el wifi solo llega al lobby.
Como llegamos tarde y no era hora para conocer la ciudad, me hice un delicioso masaje uzbeko, comimos y a dormir.
Al día siguiente salimos a conocer la ciudad, nada del otro mundo, es solo un sitio para dormir y seguir a la etapa siguiente.
Aunque suene repetitiva, es muy limpia y arborizada, factor común en Uzbekistán.
Estuvimos en el parque Ahmad Al Fargony dedicado al célebre matemático y científico de la antigua Persia y nacido en esta ciudad. Es grande, lleno de árboles, con una linda fuente y al fondo una inmensa escultura en honor del sabio.
Como dato curioso, encontramos un sitio adecuado para que los recién casados se tomen las fotos el día de la boda.
Continuamos a Rishtan ciudad de la cerámica, donde visitamos una fábrica y presenciamos la elaboración manual de una vasija. Sus diseños son hermosos y coloridos.