Es la segunda ciudad de Bulgaria y en mi opinión la más hermosa. Está ubicada entre seis colinas de las cuales tres conforman el casco antiguo, es una de las ciudades más antiguas de Europa, su origen se remonta a las tribus Tracias, quienes se asentaron en la colina Nebet Tepet fundando la primera población, que los historiadores ubican alrededor de 4.000 años a.C. Tuvo ocupación macedónica por parte de Filipo padre de Alejandro Magno, época en la cual se llamó Philipopolis, romana, durante la cual fueron construidos sus hermosos monumentos y se nombró Trimontium por las tres colinas en que se asienta, luego fue invadida y anexada por los turcos otomanos y en el siglo XIX retornó al reino de Bulgaria. Cuenta aproximadamente con 350.000 habitantes.
Allí llegamos en tren, un viaje de 2 horas y media desde SOFIA, con un costo de 10 euros. La visita se puede hacer en un día.
Vale la pena decir que SOFIA tiene una bonita y amplia estación de trenes, pero si no hablas búlgaro o te encuentras a un ángel que te ayude, será difícil comprar el billete y hasta encontrar la vía de tu tren. Sus empleados brillan por la desatención y falta de interés en el turista.
Qué ver:
Desde la estación de trenes caminamos 15 minutos a lo largo del bulevar Ruski, al principio del cual se encuentran algunas viviendas antiguas unas más elegantes que otras y almacenes que, a medida que vas subiendo mejoran en presentación y categoría. Al final y ya en la Plaza Dzhumaya encontramos la primera de las joyas de la ciudad:
Estadio romano
Construido en el siglo II por el emperador Marco Aurelio o Adriano, (tuve de parte de personas de la ciudad, las dos versiones), unas ruinas muy bien conservadas de lo que fuera un estadio de 240 metros de largo y 50 de ancho, que se encuentran bajo la calle y parte de cuyas graderías en mármol están al nivel de ésta, se encuentra al norte de la parte antigua de la ciudad en la plaza Dzhumaya. Al entrar a algunas tiendas puedes ver en su sótano, restos del estadio, muy cuidados y encerrados en vidrio, lo cual demuestra las dimensiones de aquél y el interés en su conservación. Hay una pequeña maqueta que muestra su forma y un telón pintado frente a las graderías que te ubica en la época y en el cual te puedes tomar una foto como si salieras del espectáculo.
Teatro Romano
Se encuentra en la parte sur del casco antiguo, fue construido en los años 90 del siglo I, descubierto y restaurado en los años 80 del siglo XX, cuando accidentalmente hubo un derrumbe en la colina y salió a flote esta maravilla. Su forma es la tradicional de un anfiteatro romano, tenía un aforo de 6.000 espectadores que asistían allí a presentaciones de teatro al igual que luchas de gladiadores y escenas de caza. Cuenta con 28 graderías en mármol distribuidas en dos alas cada una de 14 y al fondo el escenario, al lado del cual hay una edificación de dos pisos llamada skene que era el sitio destinado al vestuario de los actores y a la preparación de aquéllos. Encontramos varias estatuas unas completas y otras con partes faltantes, de figuras de funcionarios de la asamblea de la ciudad que allí también se reunía.
El teatro aún se utiliza para representaciones teatrales y conciertos.
Iglesia de San Dimitri
Construida en el siglo XIX sobre los restos de otra iglesia del siglo XII. Se diferencia de otros templos ortodoxos en que su iconostasio es tallado en mármol. Asimismo, las paredes están solo pintadas de blanco, sin iconos como en otras. Es pequeña, cuenta una nave al centro y dos a los lados. Está cerca del teatro romano.
Iglesia de San Constantino y Santa Elena
La iglesia actual es del siglo XIX y se eleva sobre las ruinas de un santuario cristiano del siglo IV. Se encuentra en el casco antiguo, cerca de lo que aún existe de las murallas romanas.
Su interior, conformado por tres naves, está ricamente decorado con iconos pintados sobre madera, los cuales cubren los arcos del balcón del coro y los formados por las diferentes columnas, al igual que un amplio púlpito en madera.
Su iconostasio, que va hasta el techo y termina en una gran cruz, está hecho en madera tallada cubierta con lámina de oro.
Tiene un gran corredor de acceso con pinturas de diferentes santos en sus paredes.
Casas del casco antiguo
Caminando por las calles empedradas de este sector, encontramos las famosas casas en estilo propio de la época del renacimiento búlgaro (siglos XVIII XIX), coloridas, en muy buen estado y con diseños monumentales y elegantes. Algunas están aún habitadas por familias, la mayoría hoy son hoteles, galerías de arte o museos y algú que otro restaurante. Se destacan las casas Balabanov, Lamartine, Georgiadi, aunque todas son hermosas.
Es un sector laberíntico muy bonito, que vale la pena recorrer para admirar sus casas y restos de muralla y la única puerta de entrada y pequeña torre que queda de la época romana, llamada Kapiya.
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