SAINT THOMAS-D’AQUIN
La iglesia de Santo Tomás de Aquino se encuentra en el distrito VII, en la calle Bac, muy cerca de Saint Germain-des-Prés; fue construida entre 1682 y 1769, era la capilla del convento de los Dominicos y sitio de reunión de los llamados Jacobinos. A principios de la Revolución francesa se la consagró a Santo Tomás, sin embargo, tanto la iglesia como el convento fueron desmantelados y cerrados durante la contienda, dadas las disputas entre las diferentes corrientes políticas de la época. Finalizada la revolución y estando los Jacobinos en el poder, los Dominicos trataron de recuperar su convento, solicitud que les fue negada por cuanto había sido convertido en depósito de armas y finalmente quedó de propiedad de la Armada. La iglesia fue reabierta en 1803 con su mismo nombre y en los años 50 del siglo pasado consagrada como parroquia.
Su interior no es muy grande, el altar -bajo la cúpula- conserva reliquias de Santo Tomás y Santo Domingo; detrás está el coro de los monjes y al fondo de éste la capilla de San Luis (Rey Luis IX). Todo el techo está cubierto por un gran fresco que representa la Transfiguración y es la obra más destacada del templo. La mayoría de las pinturas que hoy la decoran fueron parte de los botines de guerra de Napoleón, muchas de las cuales provienen de Italia. Los frescos de Santo Tomás y Santo Domingo, del siglo XVII, son los más antiguos y únicos que quedan de la obra de un monje Dominico que cubrió de cuadros la iglesia en sus inicios.
Abierta de lunes a viernes de 9:00 a 19:15, sábados y domingos de 9:00 a 12:00 y de 14:30 a 19:30.
SAINT-ETIENNE-DU-MONT
Detrás del Panteón, en el distrito V, encontramos la iglesia de San Esteban cuya construcción se inició en 1492 sobre la antigua capilla de los apóstoles Pedro y Pablo, de la época del primer rey francés Clovis (Clodoveo). Fue parte de la Abadía que llevaba su mismo nombre, que posteriormente se convirtió en el Liceo Henri IV donde se aloja el antiguo campanario que llaman la Tour Clovis. Por estar ubicada en el corazón del Barrio Latino, siempre fue lugar de culto de estudiantes y profesores de la universidad de La Sorbona e institutos y liceos del sector.
Su arquitectura fue concebida como gótica, sin embargo, la mayor parte de su fachada y decoración, son renacentistas. La parte baja de la fachada se asimila al pórtico de un templo griego que termina en un portal superior gótico, donde está esculpida la imagen del santo.
El interior, de una sola nave es amplio, iluminado y con arcos que separan las capillas laterales. Se destaca en su interior el jubé, –término para el cual no encontré una palabra literal en español- es una especie de corredor en el segundo piso delante del coro, el cual se utilizaba para las lecturas religiosas y la prédica del cura. A él se accede por unas escaleras en espiral alrededor de una columna. Fue reemplazado en el siglo XIX por el púlpito y es el único que queda en Paris. Forma con la cúpula, la parte superior del altar.
Hay una capilla especial dedicada a Santa Genoveva, patrona de Paris, en la cual reposan reliquias de la santa y los restos de su féretro que fue quemado durante la revolución.
Los vitrales, del siglo XVII son famosos por su belleza, relatan historias de la biblia, de la vida de San Esteban y la de Santa Genoveva. Gran cantidad de ellos decoran y dan luz a la iglesia y hay una sala en una antigua cripta donde se encuentran otros vitrales entre los cuales se destaca el del Arca de Noé.
Está abierta de martes a viernes de 8:45 a 19:45 y sábados y domingos el mismo horario, pero cerrada entre las 12:00 y las 14:30.
SAINT SEVERIN
En el mismo distrito que la anterior, está la iglesia dedicada a este santo, un ermitaño del siglo VI, quien fuera maestro del hijo del rey Clovis. Construida en el siglo XII, fue ampliándose a través del tiempo. Durante la guerra de los 100 años fue destruida casi en su totalidad. Se inició su reconstrucción añadiendo nuevas naves, para completar las tres existentes hoy. Las columnas fueron hechas en lo que se llama gótico flamboyante y se destacan por su forma de palmera. Una de ellas llamada “le pillier de tors”, mantenía colgado un breviario para ser usado por los curas pobres. Son famosos sus vitrales tanto los antiguos con sus escenas bíblicas, como los modernos instalados en los años 70 del siglo pasado que según dicen representan los 7 sacramentos, algo que realmente creo que o no entendí o no pude identificar.
Está abierta de lunes a sábado de 9:30 a 19:30
SAINT-GERMAIN-DES-PRÉS
Situada en la plaza y barrio de su mismo nombre en el distrito VI, se encuentra esta iglesia fundada en el año 543 por uno de los hijos del rey Clovis, la más antigua de Paris. Posteriormente se creó a su lado la abadía Benedictina y pasó a ser parte de ella. Durante las invasiones normandas la abadía fue destruida. En el siglo X uno de los abades, lideró la reconstrucción de ambas, utilizando en la iglesia parte de los restos de la antigua. Es así como el portal de la entrada al campanario, sus cuatro primeros pisos y la nave principal datan de esa época, igualmente en los capiteles de algunas columnas pueden verse aún, figuras y tallas del año 1000. El coro, en estilo gótico y añadido en el siglo XII, es el que vemos actualmente.
Durante la revolución fue suprimida la abadía y la iglesia convertida en depósito de sal; a principios del siglo XIX retornó a su función religiosa. Posteriormente se hicieron varias restauraciones.
En el siglo XIX los muros internos se cubrieron de frescos representando escenas de la vida de Cristo; las columnas que forman los arcos están decoradas con figuras en pan de oro y las que sostienen la cúpula de la nave terminan entrelazadas en el techo decorado con estrellas sobre un fondo azul, similar al de la Saint-Chapelle.
En 2014 la ciudad celebró los mil años de su templo y hubo grandes festividades y desfiles, incluyendo soldados de la Guardia Suiza del Papa.
Esta abierta diariamente entre las 9:00 hasta las 19:00.
SAINTE MARIE-MADELEINE
Conocida popularmente como iglesia de la Madeleine, está ubicada en el distrito VIII de Paris. Allí se llega por un costado de la plaza de La Concorde, desde donde se puede apreciar su fachada en forma de templo romano.
Hasta el siglo XVIII esta zona llamada la Ville d’Éveque estaba en las afueras de Paris y en el sitio existió una pequeña iglesia dedicada a la santa levantada en 1659. Posteriormente, al ser anexada a la ciudad, se hizo necesaria la construcción de una iglesia más acorde con el barrio elegante -Rue Saint-Honoré- que la rodeaba. Fue así como se asignó a un arquitecto su diseño y realización y el rey instaló la primera piedra. Aquél falleció antes de su inicio por lo que se designó un nuevo constructor que arranca la obra. Por motivos políticos empieza a desviarse el proyecto y de iglesia pasa a ser sede de la asamblea nacional; vienen los disturbios de 1789, se suspende nuevamente y al final de ellos se quiere destinar como templo en honor de las víctimas de la Revolución francesa, otros proponen una biblioteca, recinto de ópera, sala de eventos nacionales, etc. Finalmente se demuele la antigua iglesia y la parroquia se traslada a otra iglesia del vecindario. Entretanto sube Napoleón quien retoma el proyecto como un templo en honor a la armada, de tal manera que lo que existía del proyecto inicial se tumba, conservando solo las columnas. Al regreso de la monarquía se devuelve al sitio su destinación religiosa y reinician la obra que entre crisis financieras y controversias políticas luego de 80 años se inaugura en 1842.
Es realmente una iglesia muy diferente de las que tradicionalmente conocemos, con una gran nave y cuatro cúpulas sostenidas con gruesas columnas clásicas. Allí no encontramos capillas independientes, la mayoría de sus obras son esculturas de santos en mármol blanco, adosadas a la pared. La parte más impresionante es la gran cúpula del fondo, bajo la cual está el altar y detrás de él la imagen en mármol de María Magdalena acompañada de dos ángeles. La cúpula está decorada con un gran fresco que relata la historia del cristianismo de oriente y occidente. Bajo la pintura, un semicírculo sobre el cual se instaló un mosaico bizantino hecho con cristales de Sevres, representando a Cristo y los doce apóstoles.
Había visitado esta iglesia hace algunos años y hoy la encuentro más como un museo, ya no hay bancas ni los tradicionales confesionarios que ofrecían la confesión en diferentes lenguas. Sin embargo, sigue siendo tan hermosa como el día que la conocí.
Está abierta todos los días de 9:00 a 19:00
Termino aquí mi relato de algunas iglesias visitadas este año en Paris, no como el turista que entra con afán, si no que, por disponer de mucho tiempo pude disfrutar la visita, leer las pancartas que relatan su historia y encontrar cómo alrededor de éstas se desarrolló la historia de la ciudad, su vida social y política y la influencia del clero con sus vastas propiedades, al igual que descubrir capítulos de la historia de Paris que no conocía.
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