Luis II, de la familia Wittelsbach y apodado el Rey Loco, reinó en Baviera en el siglo XIX. Nació en el castillo de Nymphemburg en Munich y murió en el lago Starnberg en circunstancias extrañas a la edad de 43 años. Debe el apodo a su temperamento taciturno, más interesado en la poesía, las artes, la música y la literatura que a los asuntos del estado. Fue diagnosticado enfermo mental por su siquiatra. Gran admirador y mecenas de Richard Wagner y su música, el maestro era asiduo visitante de su castillo.