Situada al sureste de la isla de Sicilia, Siracusa inicia su vida en el siglo VIII a.C., cuando fue fundada por los griegos, específicamente por un asentamiento corintio. Entre invasiones y guerras, en el siglo III a.C. llegó a manos de los romanos, cuando fue designada capital de la isla. Esto no le ahorró seguir siendo atacada e invadida por otros pueblos europeos, incendiada por los árabes y hasta ser posesión del reino de Aragón. Fue un puerto muy próspero por el que circulaban mercancías de todo el Mediterráneo y el continente.
Su pasado turbulento y el esplendor de la capital, dejaron ruinas griegas, romanas, hermosas construcciones barrocas y calles estrechas y sinuosas que dieron paso a la ciudad para ser declarada patrimonio de la humanidad en 2005. Hay que recordar también, que aquí nació Arquímedes el físico, matemático e inventor.
Siracusa está compuesta por la isla de Ortigia donde se encuentra el centro histórico y el Parque arqueológico lugar de ruinas griegas y romanas. Las dos áreas están unidas por un puente del siglo XIX y muy cerca la una de la otra aunque no para ir a pie.
Nos alojamos en el Hotel Teócrito, a 700 metros del Parque arqueológico. Una habitación muy amplia y bien dotada con buen desayuno, por $72 euros. Tiene estacionamiento gratuito.
ORTIGIA
Llegamos a eso del medio día y una vez acomodadas nos fuimos a visitar la isla de Ortigia. Para ello, lo más aconsejable es dejar el carro en un estacionamiento público muy cercano y continuar a pie pues son muy pocas las calles que permiten vehículos.
Entrando, nos topamos con las ruinas del Templo de Apolo que data del siglo VI a.C., donde continúan en pie dos columnas dóricas y su travesaño, partes de los muros de un pasillo y la pared que, supuestamente separaba el altar del público. El sitio fue descubierto a finales del siglo XIX pero solo a mediados del siguiente se dieron a la tarea de tumbar casas viejas para destapar las ruinas que hoy son conservadas con mucho empeño.
Diagonal a éste se encuentra el Palacio griego sede del Instituto de drama antiguo, una fundación que a principios del siglo pasado se creó con al fin de formar actores y conservar las obras clásicas del teatro griego antiguo, que presentan en el teatro del parque arqueológico.

De aquí en adelante, el encanto está en caminar por calles estrechas, encontrarte una placita y tomarte un café o entrar al sinnúmero de pequeñas tiendas donde encuentras estatuillas griegas y otras artesanías. Yo opté por comprar un Discóbolo, una de las que más me gustan por la agilidad que transmite.
Al entrar a la Plaza de Arquímedes nos recibe la Fuente de Artemisa o Diana (griega), que representa la escena de la diosa convirtiendo a Aretusa en fuente, detrás vemos el edificio del Banco de Sicilia.
Continuando el recorrido llegamos a la Plaza del Duomo, una hermosa área en forma de arco que está enmarcada por la catedral y antiguos palacios y es sitio de reunión de turistas y locales en las tardes por la gran cantidad de terrazas a su alrededor. Entre las construcciones más destacadas, vemos:
La Catedral: Construida sobre el que fuera el Templo de Atenea en época de los griegos y del cual quedan aún algunas columnas en su parte lateral. El edificio que vemos hoy data de los años 1600, cuando luego de un terremoto que destruyó la ciudad, se reconstruyó en estilo barroco. Es si se quiere el edificio más monumental de la plaza.

El Palacio Senatorial donde funcionaban antiguamente los tribunales y levantado también sobre ruinas griegas, hoy aloja el ayuntamiento de la ciudad.

El Arzobispado a un costado de la Catedral.

Frente a la Catedral vemos el Palacio Beneventano, también barroco, residencia de una familia en la edad media. En sus bajos hay restaurantes y cafés.

En el costado sur cierra la plaza la Iglesia de Santa Lucía, nacida en Siracusa y patrona de la ciudad.

Finalmente llegamos a la Fuente Aretusa: Dice la leyenda que la ninfa Aretusa pidió a la diosa Diana que la convirtiera en fuente, huyendo de la persecución de Alfeo dios del río, así lo hizo la diosa y la ninfa emergió en Ortigia donde Alfeo llegó y se unió a ella en la fuente que hoy vemos. En el centro crecen papiros y nadan patos blancos. La fuente se construyó en el siglo XVI en el pozo que surtía de agua a la isla, en recuerdo de la leyenda. Se encuentra al final de la isla cerca del malecón.

Llegó la noche y nos fuimos a celebrar el cumpleaños de mi amiga, con todas las de la ley en la Trattoria Kalliope, un restaurante de comida siciliana ubicado en una plaza cerrada, en la calle trasera de la Fuente de Diana. La comida y el vino estuvieron deliciosos.
PARQUE ARQUEOLOGICO DE NEAPOLIS
Neapolis (barrio nuevo) era uno de los barrios de Siracusa, es una área bastante grande donde confluyen ruinas romanas y griegas.
El Teatro Griego: Es el más grande de Sicilia, data del siglo V a.C., se dice que tenía capacidad para 15 mil espectadores. Esquilo y Píndaro, dramaturgos nacidos en Siracusa, presentaron en él sus obras las que hoy en día se siguen representando. Para las exhibiciones, sus gradas son cubiertas con láminas metálicas lo que le resta un poco de atractivo.

Anfiteatro romano De éste queda muy poco, apenas ruinas a nivel del piso que muestran el trazado que tenía.
Cuevas del ninfeo: En la parte alta del teatro griego las vemos talladas en la piedra, algunas con manantial, en la antigüedad se decía que allí vivían las ninfas.

Oreja de Dionisio: Se trata de una cueva artificial tallada en la piedra caliza, tiene 23 metros de alto y 65 de profundidad, de allí se sacaba la roca con que se construyeron las edificaciones del centro antiguo. La llaman así por la forma de la entrada que parece una oreja y se refieren a Dionisio, gobernante tirano, que dicen, recluía allí los esclavos que excavaban la cantera. Es un sitio con mucha acústica, por lo que si hablas adentro, te pueden oír desde la entrada a la cueva.

El altar de Gerón: era el sitio donde se sacrificaban bueyes en honor a Júpiter, dicen que tenía una longitud de casi 200 metros.

Saliendo del parque pero muy cerca de él, están las Catacumbas de San Giovanni. En este sitio se hallaba la Iglesia de San Juan, construida por los bizantinos en el siglo VI y reconstruida en varias oportunidades a raíz de los temblores de tierra. Hoy en día solo existen unas columnas y las losas donde se encontraba el altar. Pero debajo de esta ruina se encuentra una galería de túneles cavados en la época griega, que finalizaban en una especie de círculos donde se almacenaba agua. En la épocas de persecución, los cristianos, se resguardaban y vivían allí donde también cavaron sus tumbas en las paredes de los túneles. Se dice que aquí se encuentra la tumba del primer obispo de Siracusa. No se permiten fotos.
Deja un comentario o pregunta, tus datos nunca serán compartidos
Me encantó. Un día me supo a poco espero volver pronto que dejé las catacumbas pendientes.
Me gustaMe gusta