HUNGRIA

BUDAPEST

Desde Dresde tomamos un vuelo de Eurowings, rumbo Budapest,  con escala de unas dos horas en Colonia, la verdad no repetiría ya que se hace muy largo y por el precio pagado hubiera viajado en tren en la noche y me hubiera sobrado algo de plata para comer.

Nos alojamos en el apartamento AirBnB de Andras, un anfitrión sin igual. Muy cómodo, bonita cocina, baño limpio y excelente ubicación a 15 o 20 minutos a pie de la Catedral de San Esteban. Un poco difícil dormir en verano por la falta de aire acondicionado.

Estuve allí hace como 20 años, había en esos días mucha destrucción, desaseo, pobre infraestructura turística y ciudadanos lamentando la caída del régimen soviético. ¡Confieso que encontré una ciudad totalmente renovada! Limpia, con su turismo muy organizado a pesar de recibir un gran número de turistas, los monumentos y edificios principales totalmente restaurados y señalizados. Felizmente, volvió a ser el Paris del este, como fue llamada hace muchos años. Hoy tiene muy merecido su apodo La perla del Danubio.

Budapest fue inicialmente ocupada por los romanos. En el siglo IX desde los montes Urales bajaron las tribus Magyar y se asentaron allí. Fue en el siglo XIII que su rey Bela IV, ordenó la construcción de las murallas en Buda y dentro de éstas instaló su castillo, para enfrentar la invasión de los mongoles. Posteriormente, en 1542 el territorio lo ocupó el imperio Otomano durante casi 160 años. Pasaron luego a formar parte del imperio Austro Húngaro en el siglo XIX, siendo la ciudad asiento de los reyes de una zona del imperio. Luego de la primera guerra mundial logró su independencia, que solo disfrutó poco tiempo pues hizo parte de las repúblicas soviéticas hasta la caída del régimen en 1990.

A orillas del Danubio se encontraba la colina de Buda con su castillo y en la otra banca la ciudad de Pest, éstas fueron fusionadas en una sola a finales del siglo XIX, fungiendo Pest como el área comercial y de negocios y Buda como asiento del gobierno. Actualmente cuenta con 1.700.000 habitantes, siendo su población decreciente a raíz de la migración a los países centro europeos en busca de mejores oportunidades. Hoy día el desempleo ronda el 24%.

El primer día tomamos el tour gratis de Sandemans con Martina, una excelente guía que nos contó historias de la ciudad y nos condujo a conocer la zona de Buda. .

A continuación compramos el billete de uno de los buses turísticos ( hay tres empresas), nosotros usamos el Official Hop on Hop off, que por solo 27 euros te ofrece dos días de servicio, un crucero muy completo por el Danubio, el recorrido nocturno de la ciudad, un almuerzo con goulash (te puedes comer uno mejor) en un restaurante de la ciudad y un tour a pie. Tiene dos líneas de recorrido. Comparado con otras ciudades de Europa, me pareció muy barato.Es un buen abrebocas que te ubica, para luego visitar cada sitio libremente y ahorrarte muchos pasajes de bus o metro.

QUÉ VER EN BUDAPEST:

Colina de Buda: Se puede llegar en el funicular, en bus, a pie o en tuk tuk. Nosotros subimos los 227 escalones que conducen hasta la cima donde encontramos varias atracciones:

          El castillo: El Palacio real era la antigua residencia de los reyes, es una construcción monumental que hoy aloja la Galería nacional de pintura y la Biblioteca nacional. Al lado de éste se encuentra la residencia del presidente.

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         Iglesia de Matías:  Construida en el siglo XIII por el rey Matías Corvino, está dedicada a Nuestra Señora. Durante la época otomana fue convertida en mezquita y retomó su vocación católica en la época del imperio Austro Húngaro. Allí eran coronado los emperadores, entre ellos Francisco José, esposo de Sissi.

Su nave principal está formada por columnas que finalizan en arcos en pico, las paredes tienen frescos donde podemos ver al rey Matías, y otros caballeros de la corte. Al fondo en el altar, hay un tríptico cuya imagen principal es la Virgen y en cada lateral están tallados los pasajes de Pentecostés y la Virgen subiendo la escala del templo de Jerusalén. En la parte inferior encontramos figuras de santos.

Hay varias capillas a los lados cada una de las cuales está dedicada a uno de los antiguos reyes.

En la pared de la entrada, encontramos una gran talla en mármol que representa la Dormición de la Virgen, con pequeñas esculturas de los apóstoles, hecha en el siglo XII.

Es realmente una hermosa iglesia gótica, que vale la pena visitar. La entrada cuesta 3 euros.

Bastión de los pescadores: Muy cerca de la iglesia de Matías llegamos a este sitio, una especie de fortaleza circular con varias torres, en cuya terraza estaba el mercado de pescado de la ciudad. En el centro se encuentra la estatua ecuestre de San Esteban, primer rey del país y quien unificó las 7 tribus magyar que bajaron de los Montes Urales. Era parte de la muralla que protegía la ciudad. Desde allí se logran bonitas fotos de Pest y el parlamento húngaro.

Laberinto de Buda: Compuesto de varias cavernas, se utilizaba como búnker hospital de los soldados durante la guerra. Está en la parte posterior del castillo.

Colina de Gellert o San Gerardo: Está en la misma banca que la colina de Buda, allí se llega atravesando el puente de la Libertad, desde la Plaza de mercado. Los tranvías 18 ó 19 o el autobus 7 ó 86 te llevan hasta allí. En esta colina encontramos:

            La iglesia rupestre: Dentro de una caverna, construyeron los monjes Paulinos el siglo pasado esta pequeña iglesia, inspirada en la cueva de Lourdes. Durante la época soviética fueron expulsados y la iglesia cerrada, luego de la caída del régimen fue reabierta al público. Tiene diferentes capillas, en una de las cuales hay una reproducción de la virgen negra de Czestokova. La entrada cuesta 3 euros y te da derecho a la audio-guía.

Frente a la iglesia encontramos una estatua de San Esteban con su caballo, de estilo bastante medieval.

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         Hotel y Baños Gellert: Pasando la calle de la iglesia, está este hotel de 5 estrellas que ofrece baños minerales. Data de principios del siglo XX.

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         Ciudadela: En lo alto de la colina está la fortaleza del siglo XIX construida por los Habsburgo, allí no subimos, pero desde la plaza de mercado se divisa la Estatua de la libertad, erigida después de la segunda guerra mundial y el monumento a San Gellert.

En este lado del Danubio, se aprecian muchas residencias tipo palacetes.

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         Plaza de Sissi o Erzebet: Es un gran parque rodeado de comercios, bares y restaurantes, con mucha zona verde, sitio de descanso en medio de la ciudad. Allí encontramos la fuente Danubius.

         Catedral de San Esteban: Construida en el siglo XIX en honor al primer rey de Hungría. Su interior, es redondo con balcones alrededor de toda la circunferencia. Tiene una amplia cúpula sobre el altar con frescos de ángeles y otra más pequeña en el centro. Están soportadas con grandes arcos ornamentados con repujados y pequeñas figuras geométricas además de pinturas religiosas.

Es un lugar de peregrinaje católico, pues en una urna se conserva el brazo derecho de San Esteban que quedó incorrupto luego de su muerte y sepultura. Esta reliquia que inicialmente estaba en la catedral medieval de la ciudad, recorrió diversos pueblos y países, escondiéndola sus habitantes como medida de protección, hasta después de la caída del régimen socialista que retornó a la ciudad. El ingreso a la catedral cuesta 4 euros.

            Sinagoga: Fue construida por la comunidad judía en el siglo XIX en estilo  árabe morisco. Tiene dos torres muy altas que terminan en cúpulas.

 

En la segunda guerra mundial sufrió algún deterioro con los bombardeos y durante la era socialista fue clausurada y utilizada por los soviéticos como establo. Finalmente en 1991 se iniciaron los trabajos de restauración con aportes del gobierno y judíos del exterior.

Está ubicada en la zona donde estuvo el gueto judío durante la invasión nazi, la cual alojaba 70.000 judíos en un área donde normalmente vivían 12.000. De aquellos, muchos fueron deportados y un gran número fue asesinado lanzándolos al Danubio, congelado en ese momento. Hay un monumento en honor de estos caídos al borde el río.

El interior de tres naves y dos pisos de balcones, puede alojar hasta 3.000 fieles. Los hombres se ubican en el primer piso y las mujeres tienen su sitio en los balcones.

Al fondo, un gran portal aloja el altar que está coronado por una cúpula muy decorada, en colores rosado y azul. Detrás del altar está el órgano alemán con el que dio conciertos Franz Liszt, el gran músico húngaro.

 

La entrada cuesta 7 euros y la visita se inicia con una charla que dan judíos voluntarios, en diferentes idiomas.

Saliendo por un costado está el cementerio, alojado allí en vista de la gran cantidad de personas que fallecieron en la época nazi y debían ser enterradas en el gueto. Según las normas de esta religión, nunca un cementerio debe estar adyacente al templo. En el patio trasero hay un monumento en forma de sauce, cuyas ramas en metal contienen los nombres de los caídos en la guerra.

Posteriormente está el Museo Judío, construido en el área donde quedaba la casa de Theodor Hertz, oriundo de la ciudad.

            Mercado central: Caminando la famosa calle comercial Vaci Utca poblada por almacenes de las marcas famosas, tiendas de artesanías y terrazas de café, al final nos topamos con la plaza de mercado, un lindo edificio de finales del siglo XIX en estilo neogótico cuyo techo está hecho en tejas de cerámica verde y amarillo, que forman diferentes figuras. Su interior, de dos pisos es amplio y limpio; en el primero se venden frutas, verduras, pescado y carne y en el segundo encontramos especias, la famosa paprika para adobar el goulash, almacenes de artesanías, ropa  típica y restaurantes, en uno de los cuales almorzamos un delicioso goulash. Saliendo del mercado, está el Puente de la libertad que comunica Pest con la colina Gellert.

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Avenida Andrassy: Atraviesa la ciudad desde la Plaza de Elizabeth hasta la Plaza de los héroes y tiene aproximadamente 3 kilómetros de largo. En el recorrido vemos zonas de almacenes de marca, edificios tipo palacete que alojan hoteles y oficinas, restaurantes, un parque, la ópera y algunos museos. Es llamada la Avenida de la cultura.

Plaza de los héroes: Dedicado a los fundadores del país, el monumento más destacado de la plaza es el conjunto de estatuas ubicadas en la base de la columna. Representan los líderes de las 7 tribus magyar que habitaron la ciudad en sus inicios. En lo alto está el Arcángel San Gabriel y a cada lado de la columna hay dos semicírculos en los que se erigen las estatuas de los principales reyes del país, entre los que figuran Matías y San Esteban.

A un costado está el lindo edificio del Museo de arte de la ciudad. Esta plaza junto con la Avenida Andrassy, fueron declarados Patrimonio de la humanidad en 2002.

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            Balneario Szechenyi : Fundado en los años 10 del siglo pasado, es un edificio circular de estilo renacentista que toma sus aguas de uno de los pozos más profundos de la ciudad; es el único en el área de Pest. Escogimos éste por ser el más emblemático. Ofrece 21 piscinas unas más grandes que otras, con aguas termales que van desde los 20 a los 40 grados centígrados.

Hay una gran piscina de recreo en el patio principal y otra para natación, en el edificio pasamos por diferentes salones con piscinas a diversas temperaturas rodeadas de columnas. Ofrecen también varios tipos de masajes a precios muy accesibles. Es importante comprar las entradas en la página Spasbudapest, para evitar así las colas que se forman al ingreso.

Algo peculiar son los vestiers. Fue para nosotros una gran sorpresa entrar a ponernos el vestido de baño y encontrar que eran espacios comunes (unos para hombres otros para mujeres) y debíamos desnudarnos en público! Sin embargo, luego me enteré de que pagando 5 o 10 euros más, uno podía tener su habitación particular. Por el ingreso, más un masaje de media hora pagamos 42 euros, que incluyen también un locker.

            Parlamento: Es la joya de la corona de la ciudad! Esta ubicado al borde del Danubio en Pest, frente al Castillo de Buda. Para llegar allí puede tomarse el antiguo tranvía #2 en la zona de los muelles del río que te deja exactamente al frente.

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La entrada cuesta 20 euros, se aconseja comprarla en la página web del Parlamento y llevarla impresa en papel, pues puede ocurrir que llegues y ya no haya cupo. La visita es guiada y en español se ofrecen a las 10:30, 13:45, 14:45 y 16:00.

Fue construido en los años 80 del siglo XIX en estilo gótico. Tiene un área de 32.900 metros cuadrados y la cúpula alcanza 96 metros. Aquí se reúnen los 199 miembros de la asamblea nacional y se encuentra la oficina del primer ministro.

El recorrido se inicia a través de unas lujosas escaleras con tapete rojo que nos llevan hasta un amplio corredor en el piso principal. Está formado por arcadas en cuyas columnas están adosadas pequeñas esculturas de personas representando cada uno de los oficios de la época.En el centro hay sofás circulares sobre los cuales están situadas las lámparas.

Pasamos luego al gran salón cubierto por la cúpula en vitrales muy coloridos, emblemático para los húngaros pues allí se guarda la corona, el cetro y la espada del primer rey San Esteban. La decoración de su interior es realmente lujosa, los muros adornados en yeso con pan de oro y los techos con frescos. A su alrededor están las estatuas de los gobernadores del país.

El salón de la Asamblea, con su asientos en forma de herradura, está rodeado por galerías en un segundo y tercer nivel. Al fondo está la mesa principal, detrás de la cual vemos bajo una arcada, los escudos de las familia reales húngaras y a los lados murales que describen escenas de la vida de aquellas.

A continuación bajamos por las escaleras más lujosas del edificio, que en sus costados ostentan 8 columnas de granito decoradas con figuras en pan de oro.

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Termina la visita en los bajos del parlamento, donde hay una exposición de fotos que describen el proceso de su construcción y una estatua estilizada del rey San Esteban.

En el exterior se pueden apreciar los diferentes módulos que forman el conjunto y la gran Plaza Kossuth, donde han instalado esculturas de personajes célebres e integra al Parlamento los edificios de diferentes ministerios

Es pues un de las visitas imperdibles, que toma alrededor de una hora. Como dato curioso, cuando sales del edificio hay un puesto del gobierno, donde te obsequian agua fría.

PUENTES DE BUDAPEST: La ciudad cuenta con 9 puentes para unir las dos orillas del Danubio, entre los más transitados por los turistas están el Elizabeth, el de La Libertad y el de Las Cadenas. Tomando un crucero por el río, podemos apreciar cada uno de ellos.

Puente de las cadenas: Es el más famoso y antiguo de la ciudad, fue construido a finales del siglo XIX y aunque es conocido solo por este nombre, lleva también el de su promotor Esteban Szechenyi. Se caracteriza por tener 4 leones en sus dos extremos y el escudo de la ciudad. Es metálico y sostenido por eslabones de cadena.  Tiene zona peatonal por la cual permanentemente hay turistas y locales paseando.

Es una ciudad donde pululan las esculturas en parques y avenidas y te tropiezas con ellas casi sin darte cuenta, aquí dejo algunas.

Para terminar completamente impregnadas del ambiente húngaro, asistimos a un espectáculo de música folclórica en el Palacio Duna, en un pequeño pero hermoso teatro. Vale la pena ir para ver las expresiones artísticas del país y escuchar su música, al igual que oír algunas de las más famosas piezas de Franz Liszt.

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